lunes, 10 de junio de 2013

Jackson Veyán y Alfonso XII. Primera parte



Alfonso XII

Jackson Veyán recibió varias medallas en su vida, ( en otras ocasiones fue propuesto para su concesión sin que  prosperarse la petición). Hoy nos referiremos a una de las primeras  que se le concedió  por Alfonso XII.  El Siglo Futuro de 18 de abril de 1879, se hace eco de la noticia publicada por el diario oficial de la época la Gaceta de Madrid: “Nuestro amigo Don José Jackson Veyán ha sido agraciado con el título de la Real Orden de Caballero de Isabel la Católica en premio de las poesías que publicó El Tiempo con motivo del regio enlace y de otras obras que su majestad conoce”. Se refiere la noticia  al enlace de S.M. Alfonso XII con su prima  Dª María de las Mercedes de Orleans y Borbón.
No he conseguido localizar el ejemplar del El Tiempo para reproducir  dichos versos, pero si voy a referirme a esas otras composiciones poéticas de Jackson Veyán que su Majestad manifiesta conocer como fundamento de  la concesión del título .

Retrocedamos en el tiempo unos cuatro años… en una España convulsa  y en un siglo en que se han sucedido, Guerra de la Independencia,  regreso de la Monarquía absolutista,  el trieño liberal, monarcas , como Isabel II invitadas a abandonar el país, sexenios revolucionarios, monarcas como Amadeo I de Saboya que no se ganó el cariño del pueblo ,  Primera Republica…todo ello amenizado con guerras carlistas, golpes de Estado, asesinato  de políticos/militar como el General Prim… la restauración de la monarquía borbónica  orquestada por un hábil Cánovas del Castillo y encarnada en un joven monarca próximo a los 18 años, alejado de la figura de su madre Isabel II,  se ve  como una esperanza por el pueblo.
En toda España se preparan festejos para honrar la llegada de Alfonso XII, Barcelona, Valencia… y finalmente  el 14 de enero de 1875 la villa y una vez más corte de Madrid. Para imbuirnos del ambiente reinante  sigamos a Ramón de Navarrete en la Ilustración Española y Americana: “ En los momentos  en que escribimos,-el 14 a las doce de la mañana,-Madrid ofrece el aspecto más pintoresco y animado.
Todas las casas de la población están engalanadas con vistoso adornos: el pabellón nacional flota en los edificios públicos; en la calles por donde debe de atravesar el Monarca, desde la Real Basílica de Atocha a Palacio, se hallan formadas tropas y circula un gentío inmenso: los balcones se ven ocupados por damas y mujeres de diferentes clase, provistas de coronas, de flores, de composiciones poéticas, que arrojarán sobre la cabeza del soberano…
Las campanas de las iglesias repican; el bronce o el acero retumban; el tambor suena….
Alfonso XII ha llegado a Madrid.-corramos nosotros también a recibirle, a saludarle con nuestros gritos, con nuestras aclamaciones.
¿Quién decía que el de Madrid es un pueblo frio, displicente, apático?
¿Quién decía que no pierde nunca su calma, su indiferencia, su gravedad?
El que lo haya visto, el que lo haya admirado hoy, podrá asegurar lo contrario.
¡Qué afán por contemplar al regio adolescente!¡Qué ternura y qué interés en sus miradas!¡Que calor y qué viveza en las manifestaciones de su afecto!
Todo como durante su viaje, ha favorecido la entrada de Alfonso XII en la capital del reino.-Un tiempo suave, templado, apacible,-un día de abril en mitad de enero;-hasta el sol que por la mañana estaba oculto, apareció brillante y esplendido en el punto mismo en que el monarca llegaba a la estación de ferrocarril, para hacer más bello y más grandioso el cuadro.
La población entera de la corte se agolpa en el paseo de Atocha, delante del Botánico, en el Salón del Prado, en las calles del tránsito hasta el Real sitio.
Los balcones de la extensa y dilatada carrera veianse llenos de hermosas y elegantes damas, luciendo en su inmensa mayoría el traje nacional, la característica mantilla: el pueblo, con sus atavíos del domingo, se apiñan detrás de apretadas filas de los soldados.
Las casa de la heroica villa, engalanadas con ricas y lujosas colgaduras de terciopelo, de damasco, de paño y de otras telas con coronas en laurel, con trasparentes alegóricos, en fin con inscripciones y vivas dedicados a Alfonso XII, ofrecían la perspectiva más risueña y más pintoresca.
Hasta en las torres de la si iglesias, hasta en las azoteas y en las guardillas había espectadores deseosos de contemplar al joven a quien España ha fiado el porvenir.
Son las dos: el cañón truena, las campanas con sus alegres sones indican, que después de cantado el Te Deum en la Basílica de Atocha, el augusto mancebo se encamina a su morada.

Ahí viene , cabalgando airosamente en un soberbio corcel, que sujeta con mano segura y firme; ahí viene, sonriendo, saludando a todos, con los ojos fijos, ora en la multitud que le rodea, ora en la que llena balcones y ventanas. Y al caer a sus pies las flores, las coronas, las composiciones poéticas, al ver revolotear por encima de su cabeza palomas con cintas de colores, pájaros cautivos que han recobrado la libertad, el Rey dirige miradas expresivas, ademanes elocuentes que revelan su profunda gratitud.
Conmovido, aunque parece serio; agitado aunque parece tranquilo, camina lentamente a través de las turbas, en actitud modesta, reposada y digna.
Los vítores y las aclamaciones no tiene un instante de tregua; pero sie el Monarca escuchara las sencillas frases de su pueblo, aun satisfarían más que las ruidosas demostraciones de entusiasmo.
-¡Dios le bendiga!-exclamaba una anciana con lágrimas en los ojos al verlo pasar.
-¡Qué joven y que gallardo es!-decía una joven con admiración.
-¡Tiene cara de bueno!-observaba un pobre lleno de puro gozo.
Y esta es la impresión unánime y general.
Verdad es que la misma produce Alfonso XII en cuantos se acercan a él; en cuantos le hablan una vez siquiera.
Hanle acompañado desde Paris varios periodistas franceses, ingleses y alemanes.
Entre ellos figura Mr.Detroyat, propietario y director del importante diario parisiense La Liberté
Anoche, pues conversaba aquél con el que traza estas líneas, manifestándole su admiración por las latas prendas que durante el viaje ha tenido ocasión de descubrir en el que, tras largo e injusto destierro, ha sido llamado al trono de España
-No parce un niño por la madurez de su juicio, por la frialdad de su razón, por el dominio que tiene sobre si mismo.-¡dentro de un año, amigo mío,-añadió,-vuestro Rey no tendrá 18, sino 30 años!.
¡Que las palabras del inteligente y distinguido publicista sean proféticas!, ¡Que el que ciñe la corona a sus sienes en tan graves y difíciles circunstancias, pero bajo tan venturosos auspicios, realice las esperanzas que inspira!. Por último, que nuestros hijos griten, como hoy gritamos nosotros, “¡Viva Alfonso XII!”.


Jackson Veyan


Y que hace mientras tanto nuestro joven poeta José Jackson Veyán  ( sólo cinco años mayor que el monarca),…pues dejarse llevar por ese entusiasmo esperanzador  y  como poeta que va cobrando renombre, publica una composición junto a otros autores en el número especial que ese día 14 de enero de 1875 publica  el diario político La Época , es un poema, serio, romántico, propio del estilo imperante en la época y en sus primera composiciones y alejado del carácter alegre y  festivo que luego caracterizo su obra :








LA NUEVA AURORA
POESIA DEDICADA AL FAUSTO ADVENIMIENTO DE D. ALFONSO XII
Cedió del huracán la impía saña,
abre la flor su perfumado broche,
Luce el alba tras cruda y negra noche:
¡cantan las aves y sonríe España!

Alza su frente la gentil matrona:
la que cuenta en sus hijos un Pelayo:
la que tiene en su historia un Dos de mayo
y por glorias sus días eslabona.
¡Es ella, si, que altiva
se eleva sobre escombros!
la diadema real su sien corona,
pero en su mano augusta
lleva un cetro de oliva,
y un manto de piedad sobre los hombros.
-
Sumida en tu letargo
¡cuántos al verte te juzgaron muerta!
De tu sueño fatídico y amargo
la justicia divina te despierta.
Como débil barquilla
que sin timón zozobra por los mares,
así por la ambición y las pasiones
zozobraron también tus ilusiones,
sin arribar a la anhelada orilla.
¿Qué hiciste del dosel omnipotente
a cuyo amparo floreció tu gloria?
¿Hundiese en el olvido el sol fulgente
que iluminaba tu preciosa historia?
Eso el mundo creyó cuando en el lecho
doliente suspirabas.
¡Sin vida te juzgaron porque apenas
se oían los latidos de tu pecho!
Más no lo quiso Dios: el fuerte roble
solo cedió un instante
al peso de la infausta y dura suerte,
y  pronto altivo y fuerte
levantó su cabeza de gigante .
-
La corona inmortal de San Fernando
en el polvo tocó, pero su peso
arrastro en su caída
de los derechos las sagradas leyes,
y lloró España herida
por el grato recuerdo de sus reyes.
Ayer, para arrancar de nuestro suelo
el sólio soberano
hubo sangre, y dolor, y triste luchas
de hermano contra hermano…
¡Hoy renace sin luto, sangre y guerra
al trono secular de sus mayores,
Cual brotan de la tierra
impulsadas por Dios las puras flores!
¡Dichoso vos, señor, que del cariño
de la nación sois dueño!
Aquel pueblo leal que cuando niño
arrulló con sus preces vuestro sueño
hoy os brinda de amor bendita palma
en himno celestial…¡Coro sublime
eco del corazón, hijo del alma!
¡Cuánto espera de vos!...¡Cual se  segura
su pobre dicha en vuestro rico trono!
¡Paz , trabajo, virtud, grata ventura
tras miseria, dolor y necio encono…
Eso la patria augura
y yo con vuestro nombre se lo abono.
-
¡Alfonso!...Dulce objeto de mi labio
Nombre feliz, terror  del agareno,
siempre de glorias y de laureles lleno…
¡Alfonso el luchador!...¡Alfonso el Sabio!
digna rama seréis del noble tronco
De vuestra raza ilustre:
del vencedor del Flandes y Brihuega:
de aquel cuya memoria no se empaña:
del padre cariñoso de la España;
de aquel rey que arrogante,
la corona en la sien, la espada al cinto
gloria del mundo fue…¡Felipe quinto!
Alfonso doce mi canción inspira;
más ¡ay! de fuerzas me contemplo falto
y  dudo que tan alto
puedan subir los ecos de mi lira.
A vuestras plantas mi perdón imploro
si mi acento os ofende.
No soy el vate de laúd sonoro
que sus amores y desdenes canta
soy el profeta que su fe levanta
y que el futuro bienestar predice
¡Me ilumina de Dios la llama santa!
¡Soy la nación ibera que os bendice!

JOSE JACKSON
Madrid , 14 de enero de 1875.

Continuara…..





Fuentes consultadas Biblioteca Virtual de  BNE

1 comentario:

Pablo Vázquez Pérez dijo...

Buenas noches Rosa y Macu. Puede sonra a nepotismo así un poco, pero os mando el Premio Liebster Award Blog, una chuminada para reconocer lo bien que lleváis este blog y la labor que estáis haciendo.

Mirad este enlace de abajo y ya decidís, sin bulla... Abrazos

http://pablosinbulla.blogspot.com.es/2013/06/los-elegidos-y-sus-preguntas.html